ACERCA DE
Soy afortunado. Soy una persona feliz.
Las personas que me vieron crecer dicen que era el niño más feliz. Tuve la suerte de haber aprendido tanto en mi casa como en la escuela el valor de una educación integral, incluyendo la enseñanza del cuidado del cuerpo y de valores éticos fundamentales. Esta perspectiva me ayudó a lograr mantener una vida sana y a tener una profesión de la que me siento orgulloso: artista y educador, ambos profesiones que valoro profundamente y que definen quién soy: una persona apasionada, vulnerable, cariñosa y que cree en el valor de la palabra.
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Mi vida no ha estado exenta de grandes desafíos. Justo después de nacer, me diagnosticaron una rara enfermedad en la sangre, y no tenía muchas chances de sobrevivir. Afortunadamente, después de un mes en el hospital, estaba de vuelta en casa, luciendo como si nada hubiera pasado. Como adulto, enfrenté múltiples desafíos, siendo los dos más notorios la muerte de mi hermano a los 29 años en un trágico accidente y sufrir abuso de mi ex-pareja. Estas experiencias dejaron un impacto en mi vida y duradero pero también me dieron valiosas lecciones, reafirmando que: ‘lo que no me mata me hace más fuerte’.
Ahora, a los 45 años, mi sensación de estar vivo es igual que cuando era niño: eterna.